El Consejo Nacional de Casas de Cultura (CNCC), organización adscripta al Ministerio de Cultura de la República de Cuba, centra su labor en orientar, conducir, asesorar, acompañar y evaluar el desarrollo de procesos participativos y socioculturales a escala comunitaria, a partir de la apreciación, la creación y la promoción artístico literaria, mediante la atención al movimiento de artistas aficionados, para el mejoramiento de la calidad de vida espiritual de la población.

Abarca una red institucional a lo largo y ancho de la Isla que, en objetivos, preceptos y acción, responden a la democratización como uno de los pilares básicos de la Política Cultural de la Nación.

El Consejo Nacional de Casas de Cultura tiene sus raíces en el Movimiento Nacional de Aficionados, que devino realidad incontestable e inmediata tras el triunfo revolucionario de 1959, cuando quedaron establecidos los Festivales de Aficionados, a los que podían acceder todos los ciudadanos con aptitudes para ello. En un principio se encargó de dicha tarea la Dirección Nacional de Aficionados y Casas de Cultura. Con el tiempo fue tomando cuerpo la idea de contar con personas dedicadas por completo a la enseñanza y promoción de diversas manifestaciones artísticas entre la población general.

Nacían los instructores de arte. Después de 1976, según avanzaba el proceso de institucionalización en todo el país, se afianzó el desempeño de lo que se denominó más tarde Centro Nacional de Cultura Comunitaria. Hoy sus funciones las asume el Consejo Nacional de Casas de Cultura.